|
|
-  
 
2168. Jueves, 7 febrero, 2013
Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo octavo: "Barra libre en mi casa hoy a partir de las 10 horas. Todos están cordialmente invitados, solo traiga una escoba y barra libre por toda la casa" (Carlos G, 37 años, economista)
Intento desayunar. Saco el cartón de la nevera, me llama la atención lo curioso del mecanismo del abrefácil y, por aquello de hacer algo distinto a lo habitual a esas horas (o a cualquier otra), pienso.
¿Cómo puede hacerse rico un tío que lo único que hizo fue levantar la esquina de un cartón de leche y pintarle unas rayitas? ¡Los hay con suerte!
2167. Miércoles, 6 febrero, 2013
Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo séptimo: "- Ayer me comí un coñazo de película. -¿Cuál era para no descargármela? - Creo que no me has entendido” (Eduardo G - Mariano H. 25 años, en paro)
Dicen que en los de mujeres algún caso también se produce, pero que pasa mucho menos. Sin embargo, en los retretes de hombres hay una ley no escrita que se cumple a rajatabla: siempre que estás con la puerta cerrada concentrado tranquilamente en tus cosas, alguien va a intentar entrar. Da igual cuantos estén vacíos al lado, el elegido siempre va a ser el tuyo. Es más, ya puedes decir a grito pelao "que está ocupado" que quien sea seguirá aporreando la puerta y bajando el manillar para intentar entrar durante un buen rato.
En semejante situación es mucho más efectivo decirle "adelante, pasa, pasa".
No vuelves a oírle respirar.
2166. Martes, 5 febrero, 2013
Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo sexto: "Algunas personas no saben apreciar el romanticismo que se esconde detrás de la frase" te lo comía todo". (Sergio G, 30 años, romántico)
Lo que nos falta a los hombres (genérico) es comunicación. Llevamos más de diez mil años sobre la tierra, nos tiramos un pedo y todavía nos hace gracia. Aunque hayamos sido nosotros, arrugamos la nariz, fruncimos el ceño, miramos con cara de evidencia al de al lado y esperamos que alguien se declare culpable con la socorrida frase “vosotros sabéis que cuando soy yo... lo digo”.
Algo tan natural, tan fisiológico, tan universal y, sobre todo, tan imposible de evitar, y seguimos sin poder hablar de ello tranquilamente.
Lo dicho, nos falta comunicación.
2165. Lunes, 4 febrero, 2013
Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo quinto: “Dile a un hombre que hay 400 billones de estrellas y te creerá... dile que la pared tiene pintura fresca y la tocará). (Proverbio ruso).
Y lo malo es que soy de los que se acuerdan de la margarina Natacha, las pipas Arias, las napolitanas Cuetara, las rosquillas Girasol Rio, los chicles bang-bang, la botella de anis Bendor (¡aquella campanita al cuello!), la Mirinda, la leche Collantes (que hace a los niños gigantes), las pipas Churruca, el Cynar, el Pita-Gol, el flan Potax, el Calisay (¡ay ay ay que me sabe a Calisay!), los Bucaneros, los Bonnys y los Tigretones, los Tronkitos, la gaseosa Konga, los helados Camy, el flan chino Mandarín, la doscientosventidos (la galleta que se pide por su número), el chicle Tico-Tico, el vino Savin, la quina Santa Catalina (que es golosina y es medicina), el anís Castellana (el anís de España), las pipas Facundo (siento dejar este mundo sin probar pipas Facundo) el ponche Caballero (Pon pon pon.......che Caballero), el Málaga Virgen (ten mi copa, llénala, vamos todos a brindar, Málaga virgen en tu copa el sabor de la amistad....)
Y así hasta el infinito y más allá. Definitivamente, los de la generación del Anfimón nos estamos haciendo mayores. Muy mayores.
2164. Viernes, 1 febrero, 2013
Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo cuarto: " Siempre que dudo entre dos perversiones, elijo la que no he probado" (Mae West, Actriz, 1892 - 1980)
Eija-Riitta, (con dos ies y dos teses), cambió su apellido a Berliner-Mauer al desposar con el amor de su vida: el muro de Berlín (o lo que quedaba de él). Erika (con ka), ex soldada californiana de 36 años, pasó a apellidarse La Tour Eiffel cuando se casó en París, (la elección de la ciudad para el bodorrio no fue motivo de discusión) en 2007, con la famosa torre. A Erika (con ka) las cosas se le han complicado y, aunque dice seguir amando al monumento, actualmente mantiene una relación física con un trozo de valla que encontró en un descampado cercano que guarda, cuida y mima en su dormitorio.
Son sólo dos ejemplos de mujeres (siempre son mujeres –peluche silva y mira al techo-) diagnosticadas del Síndrome de Asperger dentro de su espectro autista. Los psiquiatras tienen una explicación convincente de estas actitudes: "quien se enamora de un objeto puede controlar una relación, nunca van a abandonarle, y eso resulta muy atractivo para las personas solas que han sufrido mucho en sus anteriores relaciones y no quieren que les vuelvan a hacer daño".
Y razón tienen, !vaya si tienen! !Y lo que se ahorran en disgustos!, que no creo yo que la torre Eiffel se enfade mucho -seguro que no dice ni pío- porque Erika (con ka) le ponga los cuernos con la valla. Por ejemplo. Y eso, siempre es una ventaja.
|