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1816. Viernes, 6 mayo, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo decimosexto: “Ser original es un mérito; quererlo ser, un defecto (Alain Chauvilliers; 1868-1951; profesor francés) Muchas señoritas de hoy día, hay que admitirlo, no tienen modales. Es una fea costumbre que debe terminar, porque ¿qué cuesta decir lo que se quiere decir pero con buenas maneras? Por eso hoy -con vistas al fin de semana- y aprovechando que más de una va a tener que ejercitar varias veces tan brusco gesto, en peluchepráctico, presentamos la forma correcta de hacer un corte de mangas, destinado especialmente a los moscones de turno aunque también puede ejercitarse en familiares, amigos y superiores en general. ¡Y sólo en dos pasos! 1- Preparación para el corte de mangas: 2- Corte de mangas realizado con los modales que la buena educación requiere:
1815. Jueves, 5 mayo, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo decimoquinto: "Una de las cosas que con más facilidad se tuercen en la vida, son los derechos humanos” (Patricio K.19 años, estudiante de economía)Tengo que preguntarle a un periodista que conozco dónde está el pueblo ese tan importante y del que ellos tanto hablan. Porque siempre dice "los sentimientos del pueblo", "las tendencias del pueblo", "con la ayuda del pueblo".. Hasta hablan de una "princesa del pueblo", pero nunca dicen de qué pueblo se trata, ni siquiera a qué provincia pertenece. Y como tienen tanta fantasía, no me extrañaría que incluso se lo hayan inventado. No me fio.
1814. Miércoles, 4 mayo, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo decimocuarto: “La naturaleza es increíble: no sólo so se puede vivir del aire, sino que ni siquiera se puede vivir sin él” (Alberto Marcos, 34 años, pensador en paro) Estamos en una sociedad que va a la deriva, cada cual va a lo suyo y explota a sus semejantes hasta sacarle zumo de limón. Aprovechando el día, un miércoles como otro cualquiera, propongo una revolución llamémosle neorromántica. Una revolución elegante, sin violencia, sin odio, sin resentimiento. Lo que se dice una pera en dulce de revolución. Pienso yo que para llevar a la práctica este tipo de revolución, primero convendría dividir el mundo en dos equipos tradicionalmente conocidos como poderosos y sometidos. Los poderosos serían los ricos y sus primos hermanos los ricos de espíritu. Y los sometidos, los pobres e insensibles en general. Y, por supuesto, la revolución, a empezarla como se empiezan las empresas universales, de abajo arriba, estilo bragueta, con perdón. Entonces, si los pobres fueran verdaderamente románticos (que lo son de boquilla pero no lo son de corazón) se podría intentar el siguiente sueño dorado: que todos los pobres del planeta (de este planeta) se pusieran de acuerdo para suicidarse el mismo día y a la misma hora. Y una vez todos desaparecidos, veríamos a los ricos poniéndose a trabajar, a ganarse el pan con el sudor de su frente, a coser, a fregar, en fin, a todo. Las ventajas, pues, de la revolución son contundemente obvias. Libraríamos a la sociedad de unos mil millones de seres infelices, y el equilibrio del trabajo físico reluciría como un sol imperial. Todo sin violencia, ni odio, ni resentimiento. Elegantemente, como quien no quiere la cosa. Además -¡y por fin!- los ricos tendrían que trabajar. Que ya sólo por eso merecería la pena.
1813. Martes, 3 mayo, 2011
Capítulo Milésimo octingentésimo decimotercero: “Una persona fiel es la que nunca hace realidad su pensamiento” (Proverbio normando)Cómo acabar con los problemas más importantes del mundo de una forma rápida, inteligente y, sobre todo, practica. Problema de la vivienda: Para arreglar el problema de la vivienda lo único que hay que hacer es buscarle una solución eficaz. De esta manera todo el mundo tendría su pisito Problemas de las drogas: Habida cuenta de que la droga es perjudicial, tanto o más para la salud como para el bolsillo, lo que hay que conseguir es que nadie tome drogas. Y en el momento en que nadie tome drogas, el problema habrá desaparecido completamente. Problema de la guerra: toda guerra es cruel, sangrienta, poco moralizadora y grosera por lo que desde aquí, apunto como solución que dicha guerra termine. Eso es todo. Problema del hambre: el hambre, como se puede demostrar, no es buena para la salud. El exceso de hambre lleva a la depauperación, a la flaqueza e incluso a la muerte. Solución: que nadie pase hambre, que todo el mundo coma, digiera, expulse y evacue como Dios manda. Y se acabó. Problema de la homosexualidad: ante este problema no es justo encogerse de hombros, dar la espalda y decir “por ahí me las den todas. Si ello va contra natura, lo lógico es suprimirla adoptando una de estas dos posturas: si se puede, acabar con ella. Si no se puede, hacer la vista obesa. ¿A que es sencillo? Pues a nadie se le había ocurrido. De nada.
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