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1456. Lunes, 7 septiembre, 2009
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo sexto: "Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar” (Proverbio japonés)La vida son ciclos, ciclos que comienzan y ciclos que concluyen; porque todo lo que empieza, acaba; y todo lo que sube (cuando sube), baja. La vida está compuesta de etapas, etapas en las que van a ser múltiples los factores internos y externos que, en su divergencia estructural y/o coyuntural, determinarán características y circunstancias. Por una de esas casualidades, y sin comerlo ni beberlo, ahora estoy en uno de esos ciclos. El hartazgo es total. Estoy harto, harto de que la gente me pare por la calle, harto de que crean reconocerme, harto de que me pidan autógrafos, harto de decir que no, de verdad que no. Vale ya. No soy Cristiano Ronaldo... por mucho que me parezca a él. Los lunes, o me subo yo mismo la autoestima o lo tengo claro.
1455. Viernes, 4 septiembre, 2009
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo quinto: "Libro: hojaldre de ideas" (Ramón Gómez de la Serna, 1888-1963, escritor español) Una vez superada la etapa adolescente, en la que la máxima preocupación era creerte que cada vez que tocaras la zambomba te iba a salir un grano, -algo evidentemente falso ya que, teniendo en cuenta que cada grano tarda una media de siete días en quitarse, hasta a el más virtuoso le hubiera faltado cara- uno de los problemas a los que las personashumanas (varones) dan más vueltas es a lo del tamaño. Algo que se arreglaría fácilmente si en vez de en centímetros, lo expresáramos en milímetros, (y ya puestos, la duración del polvo en segundos). Ya sé que nada iba a variar en el fondo (uno tiene estudios) pero teniendo en cuenta que los expertos se pasan la vida diciendo que en lo tocante a las cosas del coiteo lo importante es el coco, hay que reconocer que si en vez de 18 le dices que te mide 180 el subidón de ego no te lo va a quitar nadie. De todas formas, los acomplejados tienen que saber que es el David de Miguel Ángel y no otro el que está considerado como el prototipo de hombre perfecto... y vistas las proporciones de algunas de sus partes hay que reconocer que todos (o casi todos) estamos muy (pero que muy) por encima. Para que luego digan.
1454. Jueves, 3 septiembre, 2009
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo cuarto: " La rueda es un invento estúpido, el inteligente fue el que inventó las otras tres” (Marcial F. 69 años, jubilado ) Más observaciones psicofilosóficas (profundas) a las que uno se entrega en vacaciones. Estás tumbado en el sofá (por cierto, que el que inventó el sofá lo hizo para que se tumbara uno –dos máximo- y no para que vinieran veinte a sentarse, a ver si se entera el personal), estás tumbado en el sofá decía, y te das cuentas que la zapatilla, la de andar por casa, la de siempre, la que compras en el mercadillo de toda la vida (la que usas normalmente, cooooño), está colgando del pie a punto de caerse. Justo ahí empieza la gran duda existencial: ¿le das al susodicho ( oseasé al pie) un golpe seco hacia arriba para intentar meterla?... ¿o la tiras directamente al suelo? La decisión no es fácil ya que depende de múltiples variables que van desde la temperatura ambiente del momento hasta el grado de modorra que te este abduciendo. Al principio optas –mayoritariamente- por la primera opción, un golpe seco y la zapatilla se te vuelva a colocar en su sitio. Sin embargo, no han pasado ni tres minutos y la zapatilla, que parece tener vida propia, vuelve a la carga. Un segundo golpe y la vuelves a colocar... pero a la tercera, y pensando que si algo no se puede permitir uno en vacaciones son agujetas en los pies, desistes y la tiras al suelo, acompañada ¡por supuesto! de la del otro pie, que, aunque no se estaba cayendo, se impone la lógica: no te vas a quedar una sí y otra no. Al final, lo único que consigues es tener los pies fríos y pensar lo poco que ha avanzado la humanidad a la hora de solucionar los problemas más comunes por muy simples que sean.
1453. Miércoles, 2 septiembre, 2009
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo tercero: "La televisión es el espejo en donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural" (Federico Fellini, 1920 - 1993; director de cine y guionista italiano) La frenética actividad que he desplegado a lo largo y ancho de estos días de vacaciones me ha permitido observar -con más detalle- uno de esos profundos comportamientos adquiridos, fruto, sin duda, del impecable y cabal perfeccionamiento humano gestado a través de siglos y siglos de civilización. Coges el mando de la tele y empiezas a apretar el botón.. , la uno, la dos, la tres, la cuatro, la cinco, la seis...; un suspiro y un resignado comentario: " pero si no echan nada en ninguna!". Aún así, y antes de que pasen tres segundos, vuelves a apretar el botón.. la seis, la cinco, la cuatro, la tres, la dos, la uno... y !oh sorpresa!, ¡ pero si siguen sin echar nada en ninguna! El ilimitado número de veces en que he podido desplegar dicho comportamiento unido a las pocas variables introducidas en su desarrollo, hace que la conclusión de un acto tan extendido deje poco margen estadístico al error: somos gilipollas.
1452. Martes, 1 septiembre, 2009
Capítulo Milésimo cuadringentésimo quincuagésimo segundo: "El talento es algo corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia" (Doris Lessing, 1919, escritora iraní) Creo haber escrito en alguna ocasión que el verano, este verano que termina igual que todos los demás veranos, es una temporada nefasta para los tristes, los solitarios, los abandonados. La soledad se manifiesta en sus formas más atroces cuando se produce en medio del alborozo general. No sólo el mundo ha decidido divertirse, es que, además, los medios de comunicación de masas fomentan el mito de la diversión en sus aspectos más desmadrados y con las atractivas formas de un colorido arrollador (para mí resultan coloridos simplemente horteras, pero la multitud los acepta como excitantes). Los ruidos pasan de ser incómodos a estimulantes y hay quien se empeña en convertir los agobios del calor en un afrodisíaco. Abrir una revista o un suplemento de verano en esta época es un insulto para los solitarios como lo es para los feos: los medios se han empeñado en llenarnos los ojos a base de cuerpos gloriosos. Triste comparación para quien sufre dentro de un físico que no le gusta. Las bacantes del verano nunca sabrán el daño que hacen. ¿Por qué iban a saberlo, además? Su obligación es aturdirse en el bullicio y tender todas las trampas posibles a esa trampa fenomenal que el tedio. Curiosamente, el solitario, el abandonado, no tiene siquiera la posibilidad de experimentarlo. Bastante tiene con lo suyo, que es más profundo. Del aburrimiento nos salva un buen libro, una película, aunque sea idiota, una conversación con amigos. De la tristeza también puede salvarnos alguna leve distracción, de la soledad, ni Dios. Malos tiempos los del estío para los forzosos solitarios.
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